Y como continuación a mi comentario anterior, ahora que una empresa de transporte de viajeros se Asturias se encuentra en huelga, fijémonos en la calificación de INFORMATIVOS a los piquetes de huelguistas.
Se explican los ataques a autobuses incluso con viajeros en su interior si sólo son INFORMATIVOS?. Porque otro calificativo no se especifica… 1
La frase de Mr. Churchil y su significado se ha mostrado real; pero no precisamente ahora pues ya anteriormente había tomado cuerpo.
También resulta que es de aplicación – por extensión– a otros aspectos: La antigua Alemania Oriental era una República DEMOCRÁTICA cuando ni siquiera existía libertad de movimientos; y China continental se titula como República POPULAR China, cuando a su sistema no le resulta de aplicación ninguna de las acepciones que la RAE otorga a dicho calificativo.
Y puede haber cientos de ejemplos en distintos órdenes de la vida.
Por lo tanto para todas estas grandilocuencias y exteriorizaciones en las autocalificaciones, cabe la aplicación del dicho – verdaderamente popular- de «dime de qué presumes, y te diré de qué careces».
Desde luego son unos asesinos potenciales. Si no ha pasado nada es de milagro.
A mí me gustaría que fueran informativos, pero en la cárcel.
Y como continuación a mi comentario anterior, ahora que una empresa de transporte de viajeros se Asturias se encuentra en huelga, fijémonos en la calificación de INFORMATIVOS a los piquetes de huelguistas.
Se explican los ataques a autobuses incluso con viajeros en su interior si sólo son INFORMATIVOS?. Porque otro calificativo no se especifica… 1
La frase de Mr. Churchil y su significado se ha mostrado real; pero no precisamente ahora pues ya anteriormente había tomado cuerpo.
También resulta que es de aplicación – por extensión– a otros aspectos: La antigua Alemania Oriental era una República DEMOCRÁTICA cuando ni siquiera existía libertad de movimientos; y China continental se titula como República POPULAR China, cuando a su sistema no le resulta de aplicación ninguna de las acepciones que la RAE otorga a dicho calificativo.
Y puede haber cientos de ejemplos en distintos órdenes de la vida.
Por lo tanto para todas estas grandilocuencias y exteriorizaciones en las autocalificaciones, cabe la aplicación del dicho – verdaderamente popular- de «dime de qué presumes, y te diré de qué careces».