Karma

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1. Nos encontramos ante un nuevo caso de demagogia, falsedad, y fariseísmo político tan frecuente en gran parte de los integrantes de ese partido llamado UNIDAS PODEMOS, que para ser coherente con el lenguaje inclusivo (¿) que propugnan más bien debería ser UNIDAS PODEMAS.

   Resulta que la profesora de Ciencias Políticas Gemma Galdón Llovet, de la que me gustaría conocer las lecciones -o adoctrinamientos- que imparte a sus alumnos, es abierta defensora e incitadora de la “okupación” de viviendas, acto que no es sino un allanamiento de morada en toda regla, absolutamente perseguible por la Justicia, y por lo tanto punible con las penas y/o sanciones que legalmente merezca por la comisión de los delitos y/o faltas en que sus autores hubiesen incurrido.

   Pero claro, todo es susceptible de medir con una u otra vara según el hecho de que se trate afecte a los demás, o solo a quien propugna, defiende e induce a la comisión de tales conductas. Es decir que como reza el dicho asturiano, “una cuenta es la que hace el borracho, y otra la que hace el chigrero”; y que en puro castellano fue definido acertadamente como “todo depende del cristal con que se mira”.

   Y es que cuando a Gemma Galdón Llovet le “okupan” una vivienda de su propiedad se lamenta y manifiesta que “no tengo palabras” para explicar su “okupación” aduciendo también que en su momento “Hace un mes cedí mi piso en Barcelona a la Bolsa de Vivienda Social. Ayer se fueron los arrendatarios antiguos. Mañana comenzaban las obras de reforma para cederlo. Hoy me lo han okupado”, no siendo precisamente los obreros quienes entraron en la vivienda.
   Conductas de naturaleza análoga hay muchas más en su partido. Tenemos el caso de Echenique, tan íntegro, cumplidor, y ejemplar que no tiene asegurados a sus empleados y además elude impuestos en los pagos a quienes hacen obras para él. Y también al sumo responsable y Vicepresidente segundo del gobierno actual, Pablo Iglesias Turrión (segundo apellido para diferenciar del fundador de la UGT), quien manifestaba su intención de continuar residiendo en Vallecas pero que al final no resistió hacerse con un magnífico chalet en Galapagar, en el que algo tienen que ver nuestros impuestos, al igual que en los sueldos de los agentes de la Guardia Civil que lo custodian y acatan órdenes de impedir que le hagan acosos que él mismo fomentó contra políticos de otro signo.

   Por lo tanto, quien no quiera ver, que no vea; pero está claro el contenido selectivo según convenga, de las consignas, actitudes, acciones, y deliberadas omisiones de este partido político. Ya ha hecho muchas demostraciones de su código deontológico, y maneras.

   Ahí queda el «aviso a los navegantes», que por tratase de una locución antigüa indico para los más jóvenes se puede traducir en «el que avisa no es traidor».

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   1. Querido José María, en su habitual cagarrutia mental, por decir una de las muchas que tienen, están culpabilizando al hombre de todos los males. El 99,9 % de los «machos» pondríamos nuestra vida en peligro por socorrer a una mujer a la que intentan violar, o al menos intervendríamos de algún modo para protegerla, sin embargo por ese infimo porcentaje nos meten a todos en el mismo saco.
      Somos iguales ante la ley, pero han pervertido y contaminado la Ley, incluso hasta el Constitucional, que ha retorcido la interpretación de una manera torticera e impresentable.
      Todas esas, perdonen la rudeza, «pajas mentales» se irán acabando el día que una de esas descerebradas uno de sus hijos, que por supuesto que también los paren, sea acusado falsa e injustamente por una mujer. Entonces habrá justicia poética, por no decir justicia divina, como es el caso de la que nos trata. Tú lo has dicho, el que avisa no es traidor.

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