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  1. La noticia tiene dos campos: el tratamiento favorecedor que se otorga a todo lo islámico, y la oportunidad de que el 2 de enero sea celebrado a nivel nacional.
    Sobre lo primero, es decir sobre el tratamiento favorecedor de lo islámico, es algo en boga, creciente, que pretende erigirse en símbolo o al menos manifestación de progresismo. Pero lo más importante de ello reside en que va en detrimento consentido y fomentado de nuestras costumbres y arraigos cristianos, a la par que esa actitud no es tratada con reciprocidad en los países musulmanes, donde -entre otras manifestaciones- no existe libertad de culto.
    Lo segundo, o sea la celebración del 2 de enero, es algo que no me consta que nunca nadie haya pensado que debería ser nuestra fiesta nacional. Ese dia de 1492 podemos decir que nació la España que ahora se quiere destruir, cercenar, y/o menoscabar. Todos los países celebran su fiesta nacional con ocasión de la conmemoración del día de su independencia, o cualquier otro acontecimiento relacionado más o menos directamente con acaecimientos importantes de su historia reciente. Para mí, y pensándolo friamente, a nivel de España es más importante su nacimiento que el posterior descubrimiento de América; y abogo por el cambio de fecha y hecho de conmemoración. Al final, España la tenemos (por el momento), y América ya la hemos perdido.

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